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Un maridaje en San Valentín

No hay duda de que el estómago es el camino más corto al corazón. Si buscas un buen plan para celebrar este San Valentín, aquí te contamos las bases de un buen maridaje para que tú mismo puedes planear uno.

¿Qué es el maridaje?

En la gastronomía, el maridaje es la unión de texturas, sabores y aromas entre alimentos y bebidas para potenciar la experiencia culinaria. El maridaje más conocido es el de los vinos con diferentes tipos de carnes, pero emparejar alimentos y bebidas va más allá de esta sencilla regla.

Tipos de maridaje

Hay tres tipos de maridajes principales:

  1. Por semejanza o complemento: este es el tipo de maridaje tradicional del que hablábamos hace un momento. Consiste en emparejar bebidas y alimentos que comparten características. Por ejemplo, un salmón con un vino Pinot Noir o un vino tinto estilo Malbec con una carne roja.
  2. Por contraste: en este tipo de maridaje se busca que las características de la bebida y el alimento sean tan distintas que logren balancearse entre ellas. Es un tipo de maridaje que busca arriesgarse, salir de la zona de confort y crear nuevas experiencias.
  3. Por proximidad o regional: este maridaje se enfoca en unir bebidas de origen local con los alimentos sin perder la búsqueda de balance entre sabores, aromas y texturas.

¿Cuáles son las bebidas con las que se puede acompañar un maridaje?

Tradicionalmente, el vino es la bebida con la que se acompañan los maridajes. Las distintas uvas y procesos permiten una gran variedad de combinaciones. Algunas reglas básicas señalan que los vinos blancos combinan bien con mariscos y pescados; los vinos espumosos con postres o quesos frescos; los vinos jóvenes van bien con quesos maduros, verduras, pastas y con platillos complejos como la paella, y los vinos con mucho cuerpo van bien con guisos y aves.

También puedes acompañar tu maridaje con cervezas. Ahora tenemos la oportunidad de estar rodeados de una gran variedad de cervezas, tanto comerciales como artesanales. El mejor consejo es encontrar una gran afinidad entre los elementos de esta bebida y el alimento. Algunos ejemplos son la cerveza tipo Stout que al ser fuerte y con gran cuerpo va bien con alimentos pesados como algunas carnes asados o ahumadas, o la ligereza de las Lager combinada con alimentos picantes.

Por último, el maridaje con mezcal aunque es más reciente, también permite un sin fin de combinaciones. Lo más importante será conocer muy bien los mezcales que te gustan y lograr identificar las notas que le destacan.

¡Recuerda que en la cocina lo más importa es no tener miedo de experimentar con los sabores!

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